La preservación de tigres en India también sirve para luchar contra el cambio climático
Los programas de preservación de tigres en India reducen la deforestación y permiten en consecuencia luchar contra el cambio climático, destaca un estudio científico publicado este jueves.
La deforestación y el crecimiento urbano menoscabaron la población de tigres en India, donde viven el 75% de los individuos de esta especie en peligro de extinción.
Cuando India se independizó de Reino Unido en 1947, vivían allí hasta 40.000 "Panthera tigris" (entre ellos, los tigres de Bengala), mientras que en 2006 solo quedaban 1.500.
La creación de 52 reservas naturales por parte de las autoridades indias sirvió para doblar su población y, actualmente, hay más de 3.000, según el último recuento oficial.
Estas reservas deben disminuir la tala de árboles y desarrollar medios de subsistencia alternativos para las numerosas comunidades humanas que viven cerca de estos felinos, cuyo espacio vital suele ser muy extenso.
"Al proteger (a los tigres), protegemos al mismo tiempo los bosques y la extrema diversidad de la fauna salvaje que hay en ellos", explica a AFP Aakash Lamba, investigador de la Universidad de Singapur y autor del estudio publicado en la revista Nature Ecology and Evolution.
Los ecosistemas forestales representan uno de los principales pozos de carbono natural en el planeta, ya que almacenan grandes cantidades de CO2 en los árboles y el suelo. Por consiguiente, su preservación resulta esencial para frenar el calentamiento global.
- Beneficia a la economía -
La resolución de la crisis climática y la de la biodiversidad van de la mano, según Aakash Lamba, que vivió durante su infancia y adolescencia en India.
Lamba y su equipo desarrollaron un sistema de estadísticas que permite comparar los niveles de deforestación en reservas dedicadas específicamente a tigres con los de otras zonas, donde también viven estos mamíferos pero están menos protegidas legalmente.
Según sus datos, entre 2001 y 2020, en el conjunto de las áreas estudiadas (162) se perdieron más de 61.000 hectáreas de bosque, pero el 75% de esta deforestación se produjo en aquellas zonas sin una protección específica.
En las 45 reservas de preservación de tigres, en cambio, solo se produjo la destrucción de ecosistemas en unas 6.000 hectáreas.
Las conclusiones del estudio de Lamba resultan parecidas a las de otro artículo científico publicado en marzo en la revista Nature Climate Change. Ese estudio mostraba que la introducción de especies salvajes permitiría la absorción de 6.400 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año.
Además de limitar el calentamiento global, la protección de tigres también resulta beneficiosa para la economía, según el estudio de Lamba, que estima en 92.000 millones de dólares el dinero que podría "ahorrarse" al contener el impacto del cambio climático.
"Esto demuestra que las inversiones en la protección de la biodiversidad no solo preservan los ecosistemas y la fauna salvaje, sino también benefician al conjunto de la sociedad", destaca este científico.
(Y.Berger--BBZ)