La UE aprueba los planes agrícolas estratégicos de siete países, incluidos España y Portugal
La Comisión Europea anunció el miércoles que aprobó los planes estratégicos de siete países, incluyendo España y Portugal, para implementar la nueva Política Agrícola Común (PAC) a partir del próximo año y hasta 2027.
También resultaron aprobados los planes presentados por Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Polonia y Francia, anunció la Comisión en un comunicado.
En su nota, la Comisión destacó que los siete planes estratégicos aprobados este miércoles "representan un presupuesto de más de 120.000 millones de euros", de los cuales "más de 34.000 millones están dedicados exclusivamente a objetivos medioambientales y climáticos".
"Estamos ahora más cerca de aplicar una nueva PAC para los próximos cinco años", apuntó en el comunicado el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski.
España presentó la primera versión de su plan estratégico agrícola el 29 de diciembre del año pasado, y una versión revisada el 27 de julio que respondía a observaciones de la Comisión y resultó aprobada este miércoles.
Portugal, en tanto, presentó su primer versión el 30 de diciembre pasado y un proyecto revisado el 5 de agosto de este año.
Esta nueva PAC se apoya en un fondo de 387.000 millones de euros (387.000 millones de dólares), casi un tercio del presupuesto plurianual de la Unión Europea (UE), de los cuales 270.000 millones están reservados para ayudas directas a los agricultores.
Las bases de la nueva PAC fueron objeto de intensas y demoradas negociaciones hasta que finalmente el plan fue validado en 2021 por los países del bloque y el Parlamento Europeo.
El programa prevé en particular conceder bonificaciones a los agricultores que participen en programas medioambientales más exigentes, utilicen técnicas más ecológicas o contribuyan a mejorar el bienestar animal.
El nudo de cada plan estratégico nacional presentado a la Comisión es detallar la forma en que cada país distribuirá y utilizará la ayuda europea.
La estrategia de la UE busca obtener una reducción de 50% en la utilización de pesticidas para el año 2030, y reservar un cuarto de la tierra a productor orgánicos.
La validación final de los planes nacionales es esperada con ansia por los agricultores de toda Europa, ansiosos por tener garantías sobre el marco legal y presupuestario mientras ya preparan las rotaciones de cultivos para 2023.
El período, en tanto, es ensombrecido por el fuerte aumento en los costos de producción por aumentos en los precios de combustibles, fertilizantes y pesticidas como consecuencia de la guerra en Ucrania.
(Y.Yildiz--BBZ)