La complicada reforma de los niveles de deuda y déficit en la UE
Economistas y políticos abordaron el martes en París los dilemas que plantea una mejor gestión de la deuda y los déficits en la Unión Europea (UE), que se dispararon tras la llegada de la pandemia en 2019.
Los participantes coincidieron en que los "criterios de Maastricht", que imponen un límite de 60% del Producto Interior Bruto (PIB) al endeuda de los países de la UE y de 3% al déficit, están obsoletos.
"Las normas están anticuadas, no funcionan y no se respetan", dijo el economista Éric Monnet en el debate organizado por la patronal francesa Medef.
En 2021, el déficit público ascendió al 3,7% del PIB en Alemania, al 6,5% en Francia, al 7,2% en Italia y al 6,9% en España, según datos de Eurostat.
Y la deuda pública alcanzó el 69,3% del PIB en Alemania, el 112,9% en Francia, 150,8% en Italia y 118,4% en España, según la misma fuente.
Esta explosión llevó en 2020 a la Comisión Europea a suspender la aplicación de los criterios de Maastricht.
El reto consiste ahora en definir el nuevo marco europeo del gasto público. Algunos países son partidarios de reglas idénticas para todos y otros defienden criterios adaptados a cada uno de los 27 Estados miembro.
"Hay divergencias bastante importantes entre los países nórdicos y otras sobre la evolución de estos criterios", dijo el ministro francés de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, durante el debate.
El ministro quiere mantener la regla del 3% de déficit como máximo, "un buen criterio", pero pide que ciertos gastos a largo plazo se contabilicen de forma diferente.
- Eficiencia -
Anne-Laure Kiechel, especialista en deuda, también cree que "si se tiene deuda vinculada a inversiones, si se utiliza para la transición energética, para transformar sectores, entonces no debería haber un límite".
Sean cuales sean las nuevas normas, "solo podemos gestionarlas con soluciones a medida" para cada país, ya que las actuales son de una época diferente, en la que los países de la UE ostentaban "un crecimiento del 5%", recordó Kiechel.
El presidente del Tribunal de Cuentas francés, Pierre Moscovici, abogó en julio por objetivos presupuestarios "realistas y adaptados a la situación de cada país".
En paralelo varios participantes en el coloquio del martes cuestionaron la eficiencia del gasto público.
El jefe del Medef, Geoffroy Roux de Bézieux, sugirió que el Estado no debería "hacerlo todo" y dejar más espacio al sector privado en ciertos sectores.
Sea cual sea el nuevo marco presupuestario, "no hay una fórmula perfecta", insiste Anne-Laure Kiechel.
Las futuras normas serán "fruto de un compromiso", en particular con Alemania, considerada como modelo de rigor presupuestario y cuyo ministro de Finanzas proclama su apego a los criterios de Maastricht.
"Cada país es diferente, así que hay que tener cuidado al compararse con Alemania", advierte Anne-Laure Kiechel.
"Países como Japón viven muy bien con más del 200% de deuda pública, porque han tomado otras decisiones como tener la deuda en manos de inversores japoneses. No hay un número mágico", aseguró.
(U.Gruber--BBZ)