Misión del OIEA llega a Zaporiyia en camino a planta nuclear controlada por los rusos
Los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) llegaron el miércoles a la ciudad ucraniana de Zaporiyia y están en ruta a la planta nuclear, tras nuevos bombardeos cerca de la mayor central de Europa.
El convoy con 14 personas, encabezado por el jefe del OIEA, el argentino Rafael Grossi, dejó la capital de Ucrania en la mañana para visitar la central, cuyo destino tiene en vilo al mundo entero.
Esta planta nuclear está justo en la línea del frente entre fuerzas ucranianas y rusas, que se acusan mutuamente de bombardeos.
Esto implica que los inspectores de este ente de la ONU deberán cruzar la línea del frente con garantías de seguridad de ambos lados.
La central nuclear está desde marzo en manos de Rusia que, según Kiev, habría desplegado cientos de soldados y almacenado munición en sus instalaciones.
Aunque la ciudad está a dos horas en coche de la planta, la guerra hace que sea difícil de calcular cuánto demorará el equipo en llegar al lugar.
Las autoridades ucranianas acusaron este miércoles a Rusia de bombardear Energodar, una localidad situada frente a la planta, que antes de la guerra tenía 50.000 habitantes.
"El ejército ruso bombardea Energodar", declaró en Telegram Evhen Yevtushenko, jefe de la administración de Nikopol, situada al otro lado del río Dniéper. "La situación con estas provocaciones es peligrosa", añadió.
Ucrania llamó a Rusia a detener los disparos en el camino hacia la central nuclear.
"Las tropas de ocupación rusas deben dejar de disparar contra los corredores usados por la delegación del OIEA y no obstaculizar sus actividades en la central", manifestó el portavoz de la diplomacia ucraniana Oleg Nikolenko.
"Extremadamente amenazante" -
La misión del ente verificador de la ONU pasará "unos días" en el lugar e informarán sobre sus conclusiones al volver a su sede en Viena.
Inicialmente, Ucrania temía que una visita del OIEA a Zaporiyia legitimara la ocupación rusa del lugar, pero después respaldó la misión si el equipo partía del territorio bajo su control.
En su habitual discurso nocturno, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski denunció el martes que Rusia seguía "sus provocaciones" en las zonas por las que debía pasar la misión para llegar a la planta.
"Espero que el equipo del OIEA pueda empezar su trabajo", afirmó Zelenski, que se había reunido antes con Grossi y había tildado la situación de "extremadamente amenazante".
- Contraofensiva en el sur -
La visita coincide con un recrudecimiento de los combates en la cercana región del sur de Jersón y en la cuenca minera del Donbás, en el este del país.
La mayoría de la región de Jersón, a orillas del mar Negro, y su capital homónima fueron capturadas a principios del conflicto por las tropas rusas que avanzaron desde la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
Las tropas ucranianas lanzaron el lunes una contraofensiva en el frente sur, un movimiento previsto por los analistas ante el estancamiento del conflicto en el Donbás.
En Bereznehuvate, un municipio cerca del frente unos 70 kilómetros al norte de la ciudad de Jersón, reporteros de AFP podían escuchar fuego de artillería y contemplar a soldados descansando en el arcén.
"Les hemos dado bien fuerte", presume Víctor, un soldado de infantería de unos 60 años que no da su apellido.
Pero su comandante, Oleksandre, un excombatiente soviético de la guerra de Afganistán (1979-1989), prevé que la reconquista de Jersón será "larga y complicada".
El ministerio de Defensa ruso aseguró el martes que Ucrania encajó una "derrota" en su contraataque en el sur, sufriendo "bajas a gran escala" de más de 1.200 soldados y 150 vehículos militares.
Sus tropas también bombardearon otras ciudades ucranianas como Járkov (noreste), donde al menos cinco personas murieron en un ataque contra el centro urbano, o Mikolaiv (sur), donde fallecieron dos personas y 24 resultaron heridas.
- Suministro de gas suspendido -
Ante la prolongación del conflicto, los ministros de Defensa de la Unión Europea, que se reunieron el martes en Praga, empezaron a planificar un programa de entrenamiento para soldados ucranianos.
"Hay muchas iniciativas, pero las necesidades son enormes", dijo el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, esperando "un acuerdo político general y global" al respecto.
Más complicado es el consenso en la propuesta de prohibir la entrada de viajeros rusos al territorio de la Unión Europea, que debe ser objeto de discusión de los ministros de Asuntos Exteriores este miércoles en Praga.
Polonia y los tres países bálticos contemplan prohibir o restringir de forma unilateral los visados, si no hay acuerdo.
Rusia presiona al bloque, reduciendo sus exportaciones de gas al resto del continente, que ha visto dispararse los precios de la electricidad.
Así, el miércoles suspendió nuevamente el suministro de gas a través del gasoducto Nord Stream, que conecta con Alemania, por unas obras de mantenimiento en una estación de compresión en territorio ruso.
(G.Gruner--BBZ)