La ultraderecha alemana expone sus planes radicales en vísperas de las elecciones
El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) expuso el sábado en un congreso las propuestas radicales de su programa de cara a las elecciones anticipadas del próximo mes y contra el que se manifestaron miles de personas.
"El malestar de los [partidos] establecidos crece cada día. ¿Por qué? Porque tenemos éxito", dijo Alice Weidel, líder de la formación, en la apertura de un congreso en Riesa, en el este del país, bastión del partido de extrema derecha.
El AfD se sitúa en segunda posición en los sondeos de cara a las elecciones del 23 de febrero, y sigue ganando terreno según un estudio publicado el sábado, que otorga al partido un 22% de los sufragios, por detrás de los conservadores de la CDU/CSU (alrededor del 30%), pero por delante de los socialdemócratas del jefe de gobierno alemán saliente, Olaf Scholz (16%).
Unos 10.000 manifestantes, según la policía, denunciaron en Riesa los planes del AfD.
Al grito de "No a los nazis" frente a la sede del congreso, consiguieron retrasar el inicio de la reunión unas dos horas.
Una vez iniciado, poco después de las 12H00 hora local (11H00 GMT), los cerca de 600 delegados del partido aprobaron por aclamación la candidatura de Alice Weidel como candidata a jefa de gobierno.
En un encendido discurso, Weidel felicitó a sus compañeros de partido por "plantar cara a la turba izquierdista", mientras que el otro líder del partido, Tino Chrupalla, acusó a los manifestantes de actuar como "antidemócratas y terroristas".
Después presentó su "plan de futuro" para Alemania.
Weidel defiende una política de "remigración", lo que implicaría llevar a cabo campañas de expulsión de extranjeros residentes en Alemania.
Según la candidata, en los primeros 100 días de un gobierno con el AfD se produciría el "cierre total de las fronteras alemanas y la devolución de todo aquel que viaje sin documentos" y se prevé "abandonar el sistema de asilo de la UE" y "proceder a expulsiones a gran escala".
La hoja de ruta del partido, pendiente de aprobación, prevé también una salida de la Unión Europea (UE) y del euro y retomar la energía nuclear.
Pero el debate se anuncia acalorado en ciertos puntos y hay controversia en torno a los planes de la dirección de remodelar las juventudes del partido, consideradas por los servicios de inteligencia alemanas como un grupo extremista.
Tanto la derecha como la izquierda alemanas excluyeron aliarse con este partido de ultraderecha.
(A.Thompson--TAG)