Los diputados españoles adoptan un paquete fiscal clave para el Ejecutivo
Los diputados españoles aprobaron el jueves, tras semanas de negociaciones, un paquete de medidas fiscales clave para el Ejecutivo, incluida la controvertida creación de un impuesto sobre las comisiones bancarias, que debe reemplazar un recargo temporal que finalizará este año.
El paquete, objeto de intensas negociaciones entre el Gobierno minoritario del socialista Pedro Sánchez y sus aliados en el Parlamento, fue adoptado por una estrecha mayoría de 178 diputados de 349.
El texto prevé el establecimiento de un tipo impositivo mínimo del 15% para las multinacionales, una medida necesaria para que España cumpla la legislación europea y exigida por Bruselas a cambio de futuros desembolsos del fondo de recuperación poscovid.
También incluye un aumento de los impuestos al tabaco, un aumento de la tributación a las rentas altas y la creación de un impuesto sobre los márgenes y comisiones de los grupos bancarios, en sustitución de un impuesto excepcional a las entidades financieras introducido en 2023.
Por el contrario, el Gobierno no incluyó la creación de un impuesto específico a los bienes suntuarios, el aumento de los impuestos al diésel o la perpetuación de un impuesto temporal a los grandes grupos energéticos, a lo que varios de sus aliados se oponían.
Con este paquete, el Ejecutivo reivindica la "justicia fiscal", pidiendo "un poco más de esfuerzo" a los bancos para "financiar los servicios públicos", subrayó Pedro Sánchez tras la votación.
Dos asociaciones bancarias, AEB y CECA, criticaron el nuevo impuesto gestado "a espaldas de los ciudadanos y sin diálogo con el sector", que a su juicio traerá "inseguridad jurídica" y "graves efectos económicos" para el país.
El Partido Socialista, que gobierna en coalición con la plataforma de extrema izquierda Sumar pero sin mayoría en el Parlamento, había intensificado los contactos con sus aliados en los últimos días para garantizar que este paquete fiscal fuera efectivamente aprobado.
La incertidumbre reinó casi hasta el último momento, debido a las diferencias entre los partidos que apoyan al Ejecutivo, en particular entre el partido independentista Juntos por Cataluña, cercano al mundo empresarial, y la extrema izquierda de Sumar y Podemos.
"Han sido muchas horas de trabajo" para alcanzar un texto común, que "finalmente tienen su fruto", se congratuló ante periodistas la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Para lograr el consenso, el Ejecutivo decidió posponer la cuestión del futuro del impuesto excepcional a los grandes grupos energéticos.
(F.Allen--TAG)