En el lujo de Mar-a-Lago, Trump se prepara para recibir la coronación republicana
La sala de baile de Mar-a-Lago tiene este martes un ambiente festivo. Bajo las lámparas de araña y las molduras doradas del techo, los invitados rezuman optimismo. Y cuando llega el protagonista de la noche, Donald Trump, la multitud de fieles lo jalea como si fuera un rey.
El expresidente de 77 años, triunfador del bando republicano en la noche del "supermartes" en Estados Unidos, domina este escenario como nadie. En el lujo de su residencia de Florida, puede disfrutar del cariño de sus seguidores más cercanos: miembros locales de su partido, líderes de grupos de apoyo y donantes.
Como siempre, aquí todo responde a una coreografía bien ensayada. "Señoras y señores, por favor denle la bienvenida al próximo presidente de Estados Unidos", dice el maestro de ceremonias, y todo el mundo enloquece.
Trump se abre paso entre los presentes, todos con los móviles en alto para inmortalizar el momento, y sube a un estrado frente a una hilera de banderas estadounidenses.
Ahí mueve la cabeza al son de la canción que siempre lo acompaña hasta el escenario, "God Bless The USA", del cantante country Lee Greenwood, y aprieta los puños. Cuando al fin habla, todos callan.
"Lo llaman 'Supermartes' por un motivo", dice, celebrando su éxito en esta fecha clave de las primarias. "Esto es algo grande. Me dicen, los expertos y demás, que nunca ha habido nada igual, nunca ha habido nada tan decisivo".
Sus decenas de invitados rugen de alegría.
- "El único candidato" -
Durante horas, los asistentes han compartido copas, canapés y charlas animadas, interrumpidas por gritos de alegría cada vez que las pantallas de televisión mostraban un nuevo estado ganado por él.
Hay jóvenes y ancianos, hombres y mujeres... todos unidos por la ilusión de ver a un hombre al que idolatran.
Junto a los trajes y los vestidos de gala, se ven aquí y allá las tradicionales gorras rojas con el mensaje "Make America Great Again" ("Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo"). Entre las corbatas y los zapatos elegantes, algunos van vestidos con chalecos de moteros.
"No creo que la otra candidata republicana (la embajadora de la ONU Nikki Haley) tenga ninguna oportunidad. Debería renunciar", dice April Culbreath, líder de una rama local del partido.
"Nosotros, los seguidores de Trump, sabemos que es el único candidato", añade.
Tras su discurso de 20 minutos, cuando el anfitrión da las gracias y se despide, nadie en Mar-a-Lago duda que derrotará al demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre y volverá a ser presidente.
"La gente está harta de lo que está pasando: de la inflación, de las guerras, de las cosas 'woke', sólo quieren precios baratos para la gasolina y los alimentos, sólo quieren volver a tener una gran economía y un país seguro", asegura Greg Aselbekian, embajador del grupo Veteranos por Trump.
"Y él es el hombre para eso", remata.
(J.Torres--TAG)