Irak cava pozos como amargo recurso contra la sequía
Jabar al-Fatlawi observa cómo un taladro excava un pozo, el último recurso que le permitirá regar sus campos y dar de beber a sus animales, aunque corre el riesgo de sobreexplotar la capa freática en Irak, que sufre escasez de agua.
La sequía no tiene precedentes desde 1930. El descenso de las precipitaciones y la reducción del caudal de los ríos está obligando a los iraquíes a cavar cada vez más pozos para la agricultura.
Fatlawi, que viene de una familia de agricultores, cultiva arroz y trigo cerca de Al-Mishkhab, en la provincia de Najaf, donde empieza el sur de Irak. Pero no lo hizo este año debido a "la fuerte escasez de agua", lamenta el hombre, de unos 50 años.
Ante esta situación, pagó a las autoridades locales para poder cavar un pozo y "regar las palmeras y dar de beber a los animales", explica este padre de cinco hijos. El pozo también le permitirá cultivar rábanos, cebollas y eneldo.
Irak está entre los cinco países del mundo más expuestos a algunos efectos del cambio climático, según la ONU.
El Ministerio de Recursos Hidráulicos prevé "un nuevo año de sequía", por lo que, a inicios de octubre, anunció que se iban a cavar pozos en seis provincias.
Hasta mitades de 2022, se cavaron unos 500 pozos. Pero para evitar la sobreexplotación de las aguas subterráneas, las autoridades persiguen también los pozos ilegales.
- "Tecnologías de riego modernas" -
Aunque la ONU elogia las nuevas normas, uno de sus informes subrayó la ausencia de contadores en los pozos y de "un sistema (....) para limitar el uso de aguas subterráneas".
"No hay incentivos para alentar el uso de tecnologías modernas de riego", lamentó en septiembre el informe de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental (CESAO).
En un momento en que cada gota cuenta, la inmensa mayoría de los agricultores inundan las tierras para regar, una práctica antigua, pero derrochadora.
Jamil al-Asadi, responsable de los recursos hídricos en Najaf, explica que los pozos se cavan en sectores que antes eran regados "por ríos y canales".
Pueden servir para "regar el ganado, regar los huertos y algunas plantaciones", señala. Pero no para el arroz o el trigo, debido a la salinidad del agua y a las pequeñas cantidades extraídas.
Su ministerio redujo a la mitad los precios de las excavaciones, asegura. Pero en cambio, "el agricultor debe usar métodos de riego modernos, para preservar las reservas estratégicas de las capas freáticas".
- "¿Cómo viviremos?" -
"El uso excesivo de agua subterránea acarreó muchos problemas", advirtió el Ministerio de Recursos Hídricos en julio, instando a preservar "esta riqueza", según la agencia de prensa estatal INA.
Hoy, el lago Sawa, en el sur, está totalmente seco debido a los miles de pozos excavados ilegalmente que han drenado la capa freática que lo alimentaba.
Otro de los desafíos que podrían surgir con la sobreexplotación de las capas freáticas es la salinidad. "Si se prelevan grandes cantidades de agua, aumenta el nivel de salinidad", advierte el ministerio.
En Irak, donde la agricultura representa uno de cada cinco puestos de trabajo, los vaivenes climáticos y la insuficiente respuesta de las autoridades, acusadas de corrupción, están provocando un éxodo rural y tensiones sociales.
De vez en cuando, en el sur, los habitantes manifiestan y exigen al gobierno que actúe para que Turquía, el país vecino, aumente el cuadal de los ríos al abrir las presas.
Salah al-Faraon, de 75 años, solía cultivar trigo en invierno y arroz en verano. Pero ahora, por falta de agua, ha bajado la cantidad de cereales cultivados. "¿(...) Cómo viviremos sin ingresos?", se pregunta el agricultor.
(Y.Berger--BBZ)