La UE busca dejar de lado sus diferencias para enfrentar la crisis energética
Los líderes de la Unión Europea (UE) iniciaron este viernes en Praga una cumbre en busca de una estrategia común para enfrentar la crisis energética que sacude al bloque, en un escenario tensionado por el conflicto de Ucrania.
Las bases de las conversaciones están delineadas en las propuestas de la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE) para reducir las exorbitantes facturas de energía, pero tras la urgencia, en la que todos coinciden, también hay desacuerdos.
En una carta a los líderes del bloque, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, insistió en que "solamente una respuesta europea común puede reducir los costos de la energía para las familias y las empresas".
"La cuestión de la energía será dominante en esta reunión. Tenemos que reducir los precios de la energía, y esto es tanto una cuestión de economía como de seguridad", dijo al llegar al Castillo de Praga el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
Kaja Kallas, primera ministra de Estonia, dijo al llegar a la reunión que "todos están sufriendo por los altos precios de la energía, y debemos tener una solución común o si no los países que tienen más dinero en sus presupuestos se impondrán a los otros".
Ursula von der Leyen destacó que los países del bloque han protegido su mercado de energía, pero admitió que "es el momento de hablar de cómo limitar los aumentos en los precios" al consumidor.
En tanto, el titular del Consejo Europeo, Charles Michel, indicó que "la crisis energética es un desafío muy importante" que el bloque tendrá que enfrentar de forma unificada.
La industria europea es altamente dependiente del gas natural, en especial el proveniente de Rusia, y la guerra hizo dispararse los costos. Ahora, el bloque busca una salida a la situación.
Una quincena de países ha pedido públicamente la adopción de un precio tope a todo el gas natural importado a la UE, aunque un grupo encabezado por Alemania expresó su oposición a la iniciativa.
Un informe técnico de la Comisión apuntó que tal medida generaría más problemas que las posibles soluciones, y sugirió que la adopción de ese tope se limite al gas ruso.
Para la Comisión, esta alternativa permitiría reducir las facturas de la energía y al mismo tiempo privar a Rusia de recursos para financiar la invasión de Ucrania.
La intención, sin embargo, aún está a una cierta distancia de un acuerdo que satisfaga a todos.
Krisjanis Karins, primer ministro de Letonia, dijo este viernes que "hay diversos mecanismos, pero es necesario que actuemos a nivel europeo, no podemos dejar que algunos países lo hagan individualmente".
- Evitar el caos -
Más allá de sus divisiones internas, los europeos tienen que lidiar con las reticencias de sus proveedores.
La Opep+, la alianza de los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), liderados por Arabia Saudita, y sus diez socios, encabezados por Rusia, decidió esta semana recortar drásticamente su producción para sostener los precios.
En ese escenario, el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, deploró este miércoles los precios "astronómicos" que exigen países como Noruega y Estados Unidos para su gas.
La UE ha decidido cesar sus compras de petróleo ruso por mar a partir del 5 de diciembre, y lo tendrá difícil para que terceros países acepten el tope sobre los precios del petróleo ruso decidido con el G7.
La prioridad por tanto es evitar un sentimiento de "sálvese quien pueda" que termine por agudizar la crisis con medidas que dejen de lado la cooperación.
Hace una semana, Alemania hizo encenderse las luces de alarma ante esa posibilidad, al anunciar de forma unilateral un enorme plan de 200.000 millones de euros para proteger su economía de la crisis energética, una iniciativa que generó visible irritación en otras capitales europeas.
La situación en Ucrania también ocupará parte de la agenda de los líderes europeos. Al llegar al Castillo de Praga como invitada especial, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, adelantó que presionará por mejorar el envío de armas al ejército ucraniano para poder incluir tanques.
(Y.Berger--BBZ)