El gobierno de Colombia otorga funciones ambientales a los pueblos indígenas
El gobierno de Colombia decretó este martes que los pueblos indígenas fungirán como autoridades ambientales en sus territorios, a pocos días de acoger en el país la COP16 sobre biodiversidad.
"Hemos firmado con el presidente de la república el decreto que define a las autoridades indígenas como autoridades ambientales hacia su población y para su territorio (...) 115 pueblos indígenas que ejercerán en sus territorios de acuerdo a su conocimiento", dijo a la prensa la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.
Dentro de las nuevas competencias de los pueblos originarios están proteger los ecosistemas, formular reglas para administrar y conservar sus territorios, planificar presupuestos, administrar recursos relacionados con el cuidado de la naturaleza y tomar decisiones sobre el uso de la tierra, aunque no se ha definido cómo.
"Este es uno de los principales mensajes de la COP16. Es el diálogo productivo entre la ciencia y las instituciones con el conocimiento ancestral y tradicional lo que realmente va a poder generar esa paz con la naturaleza", añadió.
Algunas organizaciones campesinas han criticado el decreto por no definir con claridad los límites territoriales de los pueblos indígenas y han expresado preocupación por posibles restricciones al uso de recursos esenciales como el agua.
El presidente Gustavo Petro, el primer izquierdista en el poder de Colombia, aseguró que el decreto salda una deuda histórica con los indígenas pues han sido marginados del debate público.
"Nadie puede enseñarle a cualquier colombiano o a cualquier institución cómo se construye el equilibrio vital entre ser humano y naturaleza, como los pueblos indígenas. Los pueblos que fueron arrodillados a la fuerza hoy los reivindicamos firmando este decreto", indicó el Petro en la red X.
La ciudad colombiana de Cali (suroeste) será sede de la COP16 sobre biodiversidad del 21 de octubre al 1 de noviembre.
Los pueblos indígenas, muy presentes en las cumbres mundiales pero a menudo los más decepcionados por las decisiones finales, esperan que el evento al borde del Amazonas sea la oportunidad para que se reconozcan sus derechos y conocimientos ancestrales.
(N.Miller--TAG)