Azerbaiyán, anfitrión de la COP29, defiende el gas como "energía de transición"
El presidente de la conferencia del clima de la ONU COP29, que se celebrará en noviembre en Azerbaiyán, declaró a AFP que su país seguirá incrementando la producción de gas como "una energía de transición", en paralelo con la inversión en alternativas renovables.
En una entrevista en Bonn, Mujtar Babayev, ministro de Medio Ambiente azerbaiyano, defendió la estrategia de su país, pese a que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó esta semana a eliminar gradualmente los combustibles fósiles, principal causa del calentamiento global.
Azerbaiyán es el segundo gran productor de hidrocarburos en acoger una conferencia del clima, tras la COP28 de Emiratos Árabes Unidos en 2023.
"Tenemos previsto aumentar durante varios años los volúmenes de gas natural y, al mismo tiempo, nuestros proyectos de energías renovables", dijo Babayev, un exejecutivo de la compañía nacional de petróleo y gas de este país del Caúcaso.
Unos meses después de que los dirigentes mundiales acordaran en la COP28 en Dubái abandonar gradualmente las energías fósiles, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, calificó las reservas de gas de su país como un "regalo de los dioses".
Los organizadores de la conferencia, que se celebrará entre 11 y el 22 de noviembre, anunciaron que Aliev llamará a que se respete una tregua global durante las maratonianas negociaciones en Bakú. El propio Azerbaiyán lanzó el pasado noviembre una ofensiva relámpago contra Nagorno Karabaj, un territorio de separatistas armenios.
"La iniciativa de tregua de la COP es algo que presentará el jefe de Estado de Azerbaiyán, llamando a la comunidad internacional a observar un alto el fuego", declaró Yalchyn Rafiev, negociador jefe de la presidencia azerbaiyana de la COP29.
"Las guerras y los conflictos armados, las actividades militares, son una de las actividades que más emisiones generan y están directamente vinculadas a la agenda climática", afirmó Rafiev.
- "Esfuerzo global" -
Babayev expresó su esperanza de que la presidencia de la COP logre concluir un acuerdo para establecer un fondo mediante el cual los países ricos ayuden a las naciones en desarrollo a invertir en energías limpias.
Este es el tema más arduo de las negociaciones en Bonn, sede de la Organización de ONU para el Clima, donde los diplomáticos se reúnen cada junio, en una etapa intermedia entre dos COP.
Los países en desarrollo quieren aumentar el objetivo anterior fijado en 100.000 millones de dólares anuales, que son aportados por las economías ricas como un reconocimiento de su responsabilidad histórica en el calentamiento global.
Estos donantes, que son principalmente los países occidentales y Japón, quieren que China y los países del Golfo también aporten.
Rafiev defendió que conseguir estos fondos es un "esfuerzo global" y afirmó que no se puede "señalar a una parte o a un país en particular".
"El flujo actual es insuficiente. Y aporte quien aporte, es necesario aumentar los fondos disponibles para los países en desarrollo", afirmó.
En Bonn, Azerbaiyán propuso buscar fondos usando "fuentes innovadoras", lo que podría incluir pedir a los productores de energías fósiles que financien políticas climáticas en los países más pobres.
"Es una idea muy preliminar y ya tuvimos la oportunidad de debatirla con diferentes países e instituciones financieras internacionales, así como con instituciones de la ONU. Seguimos hablando al respecto", indicó Babayev, que no precisó si se tratará de un impuesto o un mecanismo de otro tipo.
"Estamos escuchando a todo el mundo, y según este principio, vamos a elaborar una propuesta final", agregó.
En la lucha contra el cambio climático, otros países han planteado imponer gravámenes a la industria del petróleo y otros actores responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, como la aviación.
(A.Johnson--TAG)