Canadá entrena bomberos para nuevo "maratón" de incendios
Cientos de nuevos bomberos reciben formación en Canadá para enfrentar la próxima temporada de incendios, que algunos temen sea tan dura como la del año pasado, que rompió récords.
En 2023, el segundo país más grande del mundo vivió su peor temporada histórica de incendios, que afectaron todas las regiones del país, y en especial a Quebec.
Esto encendió una alerta sobre la necesidad de reclutar nuevos refuerzos.
"Me hizo pensar. Me dije: es mi turno, voy a hacerlo, me parece algo importante", cuenta a la AFP Jean-Philippe Lavoie, un técnico forestal originario de Quebec.
Lavoie, de 36 años, estaba considerando cambiar de profesión y los incendios del año pasado fueron el empujón que le faltaba.
Para dominar las técnicas de combate a los incendios y el manejo de equipos como los sistemas de bombeo y las mangueras, pasó por una formación de una semana junto a decenas de nuevos bomberos cerca de la ciudad de Quebec, que la AFP pudo acompañar.
Muchos de ellos son técnicos forestales o guías de montaña, pero la mayoría jamás ha tenido contacto con el fuego.
Reunidos en pequeños grupos alrededor de un lago en una región de bosques, toman nota en sus cuadernos.
"Nos preparamos para enfrentar temporadas más difíciles" tras un 2023 "fuera de la norma", explica Philippe Bergeron, portavoz de la Sociedad de protección de los bosques contra el fuego (Sopfeu).
El año pasado, cientos de bomberos provenientes de 20 países diferentes acudieron a Canadá para ayudar en el combate de decenas de incendios gigantescos en zonas de difícil acceso.
Para hacer frente a las temporadas de incendios cada vez más largas e intensas debido al calentamiento global, Quebec planea contratar 160 bomberos adicionales en los próximos dos años, un aumento de un tercio de su plantilla.
Las otras provincias canadienses también están aumentando su presupuesto y recursos humanos para combatir los incendios.
El gobierno federal quiere conseguir 1.000 nuevos bomberos dedicados al combate de incendios forestales.
- "No un sprint, sino un maratón" -
El año pasado fue "un caos, tanto para los equipos como para el personal", cuenta Francis Brousseau, cuya chaqueta roja se ha desteñido de tanto trabajo. "Espero no volver a vivir temporadas tan fuertes".
Este bombero de 27 años trabajó entre abril y septiembre, a veces en jornadas de hasta 15 o 16 horas.
Los incendios del año pasado consumieron más de 15 millones de hectáreas en Canadá. Ocho bomberos murieron y 235.000 personas debieron ser evacuadas.
Y el inicio temprano de esta temporada despierta preocupaciones en un país con muchas regiones afectadas por la sequía. En el mes de mayo se registraron incendios violentos en el oeste, donde ya fueron evacuadas miles de personas.
"La temporada de incendios no es un sprint, es más bien un maratón", afirma Brousseau.
Pero un maratón en condiciones adversas, porque numerosos incendios ocurren en zonas aisladas, de difícil acceso. A veces tienen que transportar las mangueras a través de cientos de metros bosque adentro para llevar el agua, y recorrer kilómetros a pie con equipos grandes y pesados en la espalda.
Una parte ardua pero igualmente importante del trabajo consiste en limpiar el humus, los residuos de hojas y demás material orgánico que se acumula en el suelo, para evitar la propagación de incendios subterráneos.
Jonathan Rocque, un ex guía de montaña en Francia que se está entrenando como bombero, cuenta con el "espíritu de equipo" para superar las adversidades. Incluso sabiendo que "una vez en el terreno, habrá un subidón de adrenalina debido al estrés de los primeros incendios".
"Será diferente", sostiene.
(T.Brown--TAG)