La AIE teme "tensiones" en el suministro de metales claves para la transición energética
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió de posibles "tensiones" en el suministro mundial de minerales y metales críticos para llevar a cabo la transición energética y reclamó un aumento de la inversión en este sector.
"La caída de precios de minerales críticos" como el cobre, el litio o el níquel, usados para transmitir electricidad o en las baterías de vehículos eléctricos, centrales eólicas o paneles solares, "esconde el riesgo de tensiones futuras en el suministro", dijo la AIE en el segundo informe anual sobre este campo publicado el viernes.
La agencia estima en "800.000 millones de dólares" el monto total de inversiones necesarias en el mundo antes de 2040 para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el calentamiento planetario a 1,5 ºC respecto a la era preindustiral.
Pero la caída de precios de materias primas, que ha abaratado las baterías un 14% de media, también puede llevar al freno de las inversiones en el sector minero.
El año pasado, el precio del litio cayó un 75% y el níquel, el cobalto y el grafito se abarataron entre un 30 y un 45%.
Por volumen, los dos metales con más riesgo de experimentar "tensiones" en su suministro son el litio y el cobre, que presentan "una brecha significativa" entre las perspectivas de producción y de consumo, según este informe.
La necesidad de estas materias aumenta. En 2023, las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 35% y el despliegue de paneles solares y energía eólica creció un 75%.
Los electrolizadores que fabrican el hidrógeno verde necesario para descarbonizar la industria pesada o los transportes necesitan metales como el níquel, el platino o el zircón. El crecimiento de estas instalaciones en 2023 fue exponencial, de un 360%, según el informe.
La AIE advierte también sobre la necesidad de diversificar el aprovisionamiento para contrarrestar la hegemonía de China, especialmente en la fabricación de dos componentes claves de las baterías de automóviles: los ánodos (con un 98% de la producción procedente de ese país) y los cátodos (90%).
"Más de la mitad del proceso de fabricación del litio y del cobalto pasa por China. Y el país domina integralmente la cadena de producción del grafito" usado también en las baterías y en la industria nuclear, señala el informe.
- Riesgos sociales y medioambientales -
Pero el desarrollo de minas conlleva riesgos sociales y medioambientales para las comunidades vecinas de estas explotaciones, han señalado distintas oenegés.
La carrera por estos minerales críticos inflige "serios costes" a los pueblos indígenas y sus tierras tradicionales, dijo el martes Galina Angarova, representante de la tribu siberiana de los buryat que dirige una coalición de asociaciones de defensa de los derechos de los pueblos autóctonos.
"Si continuamos a este ritmo, corremos el riesgo de encontrarnos con la destrucción de la naturaleza, de la biodiversidad y de los derechos humanos" en una economía descarbonizada, libre de petróleo, gas y carbón, dijo a la prensa.
"Estamos en las puertas de la próxima revolución industrial (...) y debemos llevarla a cabo correctamente", defendió Angarova.
Adam Anthony, de la oenegé Publish what your pay (Publica lo que pagas), apunta a otro problema: en África, por ejemplo, las empresas mineras se lanzan a extraer este mineral sin que la actividad aporte ningún valor añadido a la población local.
En Tanzania, donde trabaja este activista, se extrae manganesio y grafito, pero no se produce ninguno de los equipos que los utilizan, como vehículos eléctricos o baterías, explica.
"Cuando hablamos de minerales críticos, hay que preguntarse: ¿para quién son críticos?", subraya Anthony. "Nosotros no recibimos ningún beneficio de esta extracción".
(L.Thomas--TAG)