Macron visita Estrasburgo y Berlín para reforzar su compromiso europeo
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, visita este lunes la ciudad de Estrasburgo, una de las sedes del Parlamento Europeo, en medio de un debate generalizado sobre la reforma para responder mejor a las expectativas de sus ciudadanos.
Seguidamente, Macron visitará Berlín, dando secuencia a la tradición según la cual la primera visita de un mandatario francés al exterior está reservada a Alemania, en un mensaje de unidad en el Día de Europa.
En Estrasburgo, Macron participará a la clausura de la Conferencia sobre el Futuro de Europa para defender "la afirmación de la fuerza de las democracias liberales, de su pluralidad y de la libertad de expresión", de acuerdo con la presidencia francesa.
En el hemiciclo del Parlamento Europeo, el discurso de Macron "pretende recibir propuestas de los ciudadanos y plantear una serie de cuestiones en el contexto de la guerra de Ucrania", adelantó el Palacio del Elíseo.
Nacida de una idea inicial del presidente francés, la Conferencia sobre el Futuro de Europa había comenzado muy laboriosamente hace un año, entre un entusiasmo muy limitado por parte de algunos y una crisis sanitaria que dificultó los debates.
Al final, a través de un extenso proceso de paneles y grupos de trabajo temáticos, en los que participaron 800 ciudadanos, funcionarios electos, varios representantes de la sociedad civil, el 30 de abril se aprobaron unas 325 medidas que esbozaron 49 propuestas.
El informe final de esta consulta ciudadana se entregará oficialmente este lunes, durante una ceremonia que comenzará al mediodía.
Ese documento será recibido por los presidentes de las tres instituciones europeas: Roberta Metsola por el Parlamento, Ursula von der Leyen por la Comisión y Macron por la presidencia rotatoria del Consejo Europeo.
Corresponderá a los líderes de la UE decidir si dar vida o no a las demandas de estos ciudadanos de una Europa más amplia, más participativa y con más herramientas sociales.
Con la esperanza de ver fortalecido su peso político, el Parlamento Europeo apoyó el movimiento la semana pasada, pidiendo el inicio de un procedimiento para cambiar los tratados europeos.
Se trata de un paso arriesgado pero necesario para algunas de las propuestas, como, por ejemplo, dar al Parlamento un derecho de iniciativa o ampliar las competencias de Bruselas en defensa o salud pública.
También se pone en entredicho la necesaria unanimidad de los Estados miembros en diversas materias, en particular la fiscalidad, una fuente frecuente de bloqueos en negociaciones.
(H.Schneide--BBZ)