Indignación en Kazajistán por cortes de electricidad a -30 ºC
El suplicio de los habitantes de una ciudad de Kazajistán que estuvieron sin calefacción durante más de una semana con temperaturas de hasta -30 °C suscitó una ola de indignación, y puso en evidencia el lamentable estado de las infraestructuras energéticas en esta antigua república soviética.
La terrible situación ocurrida en la ciudad de Ekibastuz (norte), de unos 150.000 habitantes, refleja las consecuencias que pueden tener los cortes masivos de electricidad en pleno invierno, como se teme que pueda suceder en varios países europeos, en plena crisis energética debido a la guerra en Ucrania.
Durante la época soviética, Ekibastuz albergó un campo de trabajos forzados donde estuvo detenido, entre 1950 y 1953, el escritor Alexander Solzhenitsyn, Premio Nobel de Literatura en 1970. Su obra "Un día en la vida de Iván Denísovich" estuvo inspirada en la vida en este gulag.
Estos días de frío polar, las imágenes difundidas por los medios kazajos mostraban estalacticas en los apartamentos.
Equipos de trabajadores hacían todo lo posible para reparar las tuberías que estallaron con el hielo.
- Infraestructuras vetustas -
Las autoridades anunciaron el jueves el final del estado de emergencia, decretado el 28 de noviembre, al día siguiente de que un problema de funcionamiento bloqueara una central térmica, privando de electricidad y calefacción a varios barrios de la ciudad.
Aunque desde entonces la situación va mejorando poco a poco, las condiciones extremas que se vivieron en Ekibastuz han suscitado la indignación en todo el país.
El cantante Dimash Kudaibergen, con casi cuatro millones de seguidores en Instagram, reclamó que los responsables de esta tragedia "purguen su pena en una cárcel sin calefacción" y paguen por "las lágrimas de las madres que se quedaron en la calle".
Ante el enfado en las redes sociales, el presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev --que en enero reprimió con violencia unas protestas contra el aumento de los precios del carburante-- destituyó al gobernador local y envió a la zona a varios funcionarios de alto nivel.
También se distribuyeron en todo el país radiadores y mantas.
Este episodio es uno más de los numerosos accidentes ocurridos en las infraestructuras térmicas en este país de Asia central.
"La primera vez es casualidad, la segunda es coincidencia y la tercera, la norma", dice a la AFP Zhakyp Khairushev, ingeniero eléctrico y empresario.
Heredero de la Unión Soviética, el sistema energético del país es muy vetusto, pese a que se ha ido invirtiendo en él. Según el gobierno, las centrales térmicas tienen una media de 61 años.
Según Khairushev, "en 2022 se produjeron más de 1.000 cortes de urgencia en las centrales térmicas, es decir, cerca de 75.000 horas".
El presidente Tokayev lamenta que Kazajistán, rico en hidrocarburos, sea "uno de los países de más alto consumo energético en el mundo" y tenga que importar electricidad, especialmente de Rusia.
Por otro lado, el auge reciente de las criptomonedas en el país, una actividad que requiere del uso de ordenadores que consumen mucha energía, contribuyó a las tensiones en el suministro, advirtió Khairushev.
(U.Gruber--BBZ)