El juicio de la tragedia en el vuelo Río-París en 2009 comienza en Francia
El 1 de junio de 2009, un avión que cubría la ruta Río-París con 228 personas a bordo se precipitó en el Atlántico. Trece años después, el fabricante Airbus y la aerolínea Air France responden a partir de este lunes ante la justicia francesa.
Este juicio, que arranca a las 13H30 (11H30 GMT) en el tribunal correccional de París hasta el 8 de diciembre, es clave para el fabricante europeo, la compañía francesa y las familias de las victimas, pero también para el transporte aéreo mundial.
El avión del vuelo AF447 se estrelló en plena noche, casi cuatro horas después de despegar. Sus 216 pasajeros y 12 miembros de la tripulación perdieron la vida en esta tragedia, la más grave en la historia de Air France.
Los primeros cadáveres y restos de la aeronave se hallaron días después. Pero el aparato pudo localizarse finalmente casi dos años después, el 2 de abril de 2011, a 3.900 metros de profundidad en la cuarta fase de búsqueda.
Las cajas negras confirmaron que los pilotos, desorientados por un fallo técnico en medio de la noche cerca del ecuador, fueron incapaces de frenar la caída del aparato, que se produjo en menos de cinco minutos.
Aunque los jueces de instrucción sobreseyeron el caso en 2019, los familiares de las víctimas y los sindicatos de pilotos recurrieron y, en mayo de 2021, la justicia envió a juicio a ambas empresas por homicidios involuntarios.
Los familiares de las víctimas acogen el juicio con sentimientos encontrados.
"No espero nada de este proceso", aseguró a la AFP Nelson Faria Marinho, presidente de la asociación brasileña de víctimas del vuelo AF447 y cuyo hijo murió en el accidente con 40 años. Este hombre de 79 años no viajará a París por falta de recursos.
Su homóloga de la asociación de allegados de víctimas Entraide et Solidarité AF447, Danièle Lamy, espera por su parte que este proceso, tras un "combate judicial", "sea el juicio de Airbus y de Air France" y no "el de los pilotos".
"Esperamos un proceso imparcial, ejemplar, para que esto no se reproduzca más y, mediante este juicio, los dos acusados pongan en el centro de sus preocupaciones la seguridad aérea y no solo la rentabilidad", indicó a la AFP.
Para el sindicato de pilotos del grupo Air France (SPAF), es "esencial que un tribunal pueda escuchar a todas las partes y pronunciarse sobre las diferentes responsabilidad durante un proceso público, donde se pondrá de manifiesto la importancia de la seguridad de los vuelos".
Por su parte, Air France "recuerda a las víctimas de este terrible accidente y expresa su más sentido pésame a todos sus allegados", indicó en un comunicado la compañía, que rechaza toda culpa en el accidente y pedirá la absolución.
Airbus, que no deseó realizar comentarios antes del juicio, también niega cualquier infracción penal.
- Víctimas de 33 nacionalidades -
El avión, que había entrado en servicio cuatro años antes, transportaba pasajeros de 33 nacionalidades: 61 franceses, 58 brasileños y 28 alemanes, así como italianos (9), españoles (2) y un argentino, entre otros.
En total, 476 allegados se constituyeron como partes civiles en este juicio, que se anuncia bastante técnico.
El tribunal deberá determinar si Airbus y Air France, que enfrentan una multa de 225.000 euros (unos 220.000 dólares), cometieron errores vinculados con la tragedia.
Según los informes de peritos, la congelación de las sondas de velocidad Pitot provocaron una perturbación en las mediciones de velocidad del Airbus A330, lo que desorientó a los pilotos hasta que perdieron el control del avión.
Para la corte de apelación, que dio marcha atrás al sobreseimiento del caso, Air France no implementó una "formación adaptada" ni la "información" necesaria para que los pilotos pudieran "reaccionar" a ese fallo técnico.
A Airbus se le juzga por "subestimar la gravedad" de los fallos de las sondas de velocidad, por no tomar las disposiciones necesarias para informar de urgencia a las tripulaciones ni formarlas eficazmente.
"Queremos que asuman sus responsabilidades", afirma Sébastien Busy, abogado de Entraide et Solidarité.
Los fallos en estas sondas se multiplicaron en los meses precedentes al accidente. Tras la catástrofe, el modelo se cambió en todo el mundo y se introdujo una formación reforzada sobre la pérdida de altitud.
(Y.Berger--BBZ)