Castigado por reiterados desastres climáticos, Brasil se prepara para ser más resiliente
Poco después del mediodía del 4 de septiembre, Selmar Klunk supo por grupos de WhatsApp que la situación en Encantado, la pequeña ciudad del sur brasileño donde vive, estaba fuera de control.
Habían pasado casi 24 horas de lluvias intensas cuando el río Taquari, que bordea el municipio, se desbordó completamente. Klunk dejó su trabajo y, con el agua por la cintura, se unió a voluntarios que evacuaban a vecinos de sus casas, en la parte baja de la ciudad.
"Tomó a todo el mundo por sorpresa, no estábamos preparados. Con un plan hubiese sido posible salvar vidas", lamentó este hombre de 52 años, empleado de turismo. Al menos 51 personas fallecieron en el estado de Rio Grande do Sul producto de esas inundaciones y siete permanecen desaparecidas.
A 2.000 kilómetros de Encantado, en la capital, Brasilia, un grupo de científicos, funcionarios y oenegés comenzó a discutir en un seminario a finales de septiembre cómo preparar a la mayor nación de Latinoamérica para mitigar el impacto del clima extremo.
Diagnósticos apuntan que los fenómenos que han castigado al país reiteradamente en el último tiempo tienden a repetirse.
Ahora mismo, Brasil enfrenta una sequía extrema en Amazonas (norte) que amenaza el abastecimiento de medio millón de personas.
Esto se suma a las inundaciones de Rio Grande do Sul del mes pasado, y lluvias récord de febrero en Sao Sebastiao, litoral de Sao Paulo, que provocaron deslizamientos con un saldo de 65 muertos.
"El cambio climático y los eventos extremos, que estaban golpeando nuestras puertas, ahora las revientan y se instalan dentro de nuestras casas de la peor manera", aseguró la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, durante el seminario, promovido por su cartera tras la tragedia de Sao Sebastiao.
- Vulnerabilidad -
En Brasil se estima que 10 millones de personas distribuidas en 1.038 municipios -casi un quinto del total- están vulnerables a eventos climáticos extremos, según el Centro de Monitoreo y Alertas Naturales (Cemaden), órgano federal.
"Necesitamos un sistema de alerta rápido, con áreas de fuga, que determine cómo las personas van a protegerse para no perder su vida y que el perjuicio sea mínimo", defendió Silva.
La ministra asegura que el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva está trabajando para frenar el avance del cambio climático, por ejemplo reduciendo la deforestación en la Amazonía, y, al mismo tiempo, para adaptarse a los efectos de un proceso "que ya está en curso".
Brasil está "en la vanguardia en la búsqueda de soluciones" adaptativas, sostiene Jean Ometto, investigador del gubernamental Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Este científico es coordinador de la herramienta "Adapta Brasil", plataforma que mapea todos los municipios y, procesando bases de datos, determina su nivel de riesgo ante eventos climáticos.
El sistema calcula, por ejemplo, el riesgo de deslizamientos de tierra e inundaciones según factores como características del terreno, tipo de urbanización y condición socioeconómica de la población, explica Ometto.
La plataforma "es innovadora" y puede ayudar a los gestores a tomar decisiones con "base científica", afirma el experto.
Mantener la Amazonía en pie es clave para evitar nuevas catástrofes, según el científico Carlos Nobre, estudioso de la mayor selva tropical del planeta y miembro del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de la ONU cuando este grupo de expertos fue galardonado con el Nobel de la Paz en 2007.
No obstante, "hay una urgencia gigantesca para que, además de mitigar las emisiones, hagamos a los brasileños más resilientes a los extremos climáticos", destacó Nobre, al calificar como "inevitable" la repetición de desastres.
- "Campeón en prevención" -
Mami Mizutori, representante de la ONU para la reducción del riesgo de desastres, defiende que los gobiernos paren de "apenas responder" a los fenómenos climáticos extremos.
Se mostró optimista respecto al país, destacando el combate de Lula contra "la desigualdad y la pobreza".
"Brasil está encaminado a convertirse en un campeón mundial en la prevención y reducción de riesgo de desastres", agregó la representante de la ONU.
(A.Thompson--TAG)