Ola de arrestos de refugiados afganos en Pakistán
Faizur Rehman, arrestado el día de su boda, es uno de los cientos de refugiados afganos víctimas de la represión en Pakistán. La novia, Wahida, de 20 años, vive ahora con la familia del muchacho, en el campamento humanitario de Muhajir, en Karachi, pero sin su prometido.
"No tenemos esperanza", afirma Safar Gul, la madre del novio.
Faizur, de 22 años, fue detenido "solo porque era afgano", afirma a la AFP Zulaikha, otro miembro de su familia.
Según datos policiales, al menos 700 afganos fueron detenidos en septiembre en Karachi, contra alrededor de 70 en agosto, y otros centenares en las demás ciudades de Pakistán.
Millones de afganos se instalaron en Pakistán a lo largo de décadas de guerra en su país. Muchos viven en campamentos con acceso limitado a la educación, la atención médica y el empleo.
Un fenómeno que aumentó con el retorno al poder de los talibanes en 2021.
Según las últimas cifras de la ONU, el país cuenta hoy con alrededor de 1,3 millones de refugiados afganos debidamente registrados y otros 880.000 con derecho a permanecer en el país.
La policía y los dirigentes políticos pakistaníes aseguran que las recientes redadas sólo fueron dirigidas contra clandestinos, en un contexto de aumento de la delincuencia y la inmigración desenfrenada.
Pero algunos afganos indican que las detenciones se llevan a cabo de manera indiscriminada y acusan a la policía de tratar de extorsionar dinero haciendo caso omiso de los documentos legales.
El vencimiento a finales de junio de las tarjetas de registro de gran número de afganos en situación regular aumentó la confusión, aunque su estatuto siga en vigor hasta que el gobierno se pronuncie sobre su renovación.
"Trabajamos día y noche para que liberen a la gente", dice Habibur Rehman, que huyó de Afganistán en la década de 1980, cuando su país estaba gobernado por un régimen prosoviético, y que ahora representa al ministerio de Refugiados afgano en el campamento de Muhajir.
"Anteriormente hubo represiones, pero esta vez es la peor", estima.
- Expulsión de personas en situación regular -
Se calcula que unos 600.000 afganos llegaron a Pakistán desde que los talibanes tomaron el poder en Kabul en agosto de 2021.
Naqibulá, que vive en una casa precaria en el campo de refugiados, explica que él y su padre pagaron 46.000 rupias (160 dólares) para evitar ser detenidos, pese a ser refugiados legales..
Se les aconsejó mantener un perfil bajo para evitar nuevos arrestos y tuvieron que abandonar el quiosco que tenían.
"Abandonar el negocio nunca es una decisión fácil, pero el miedo es tal que ni siquiera me atrevo a ir al mercado. No tenemos otra opción que quedarnos en casa", subraya.
Más de 1.800 afganos fueron repatriados desde Karachi en 2022, según la policía, y cerca de 1.700 fueron detenidos desde principios de 2023.
La abogada pakistaní Moniza Kakar, afirma que entre las personas recientemente expulsadas había enfermos, defensores de los derechos humanos y estudiantes y que la gran mayoría se encontraba en situación regular.
El jefe de la policía de Karachi, Khadim Rind, le dijo en cambio a AFP que las operaciones están dirigidas "únicamente contra los inmigrantes ilegales".
Cualquier arresto de personas que tengan documentos legales y cualquier soborno deben investigarse, insiste.
Para el cónsul general afgano Syed Abdul Jabbar, los refugiados pagan el precio de las controversias entre los dos países. Los expedientes "deberían resolverse en torno a una mesa de negociación", no mediante la represión, estima.
Pakistán acusa a Afganistán de servir de retaguardia a los talibanes de Tehreek e Talk Pakistán (TTP), que multiplican los atentados en suelo pakistaní, lo que las autoridades afganas niegan.
(T.Renner--BBZ)