Policía allana casa de Bolsonaro en operativo sobre datos de vacunación
La policía brasileña allanó este miércoles la casa del expresidente Jair Bolsonaro en Brasilia en el marco de una investigación sobre la supuesta falsificación de certificados de vacunación contra el covid-19, lo cual él negó.
El exmandatario ultraderechista, que gobernó Brasil de 2019 a 2022, confirmó el registro de su residencia, en el que dijo que se le confiscó su teléfono celular, y acusó a las autoridades de intentar "fabricar un caso" en su contra.
"No hay adulteración de mi parte. No me vacuné, punto, eso nunca lo negué", dijo Bolsonaro en declaraciones a periodistas frente a su residencia en la capital brasileña.
"Estoy realmente sorprendido por el allanamiento y la incautación. No tengo nada más que decir", señaló.
El expresidente, un escéptico de la vacuna anticovid, desafió los consejos de expertos sobre el manejo de la pandemia. En reiteradas ocasiones repitió que no se vacunaría, y llegó a decir que quien lo hiciera corría el riesgo de convertirse en "caimán".
Bolsonaro enfrentó a críticas generalizadas por su getión del covid-19, que ha dejado más de 700.000 muertos en Brasil.
Sin mencionar al expresidente, la Policía Federal (PF) informó que investigaba "una asociación criminal" sospechosa de insertar "datos falsos de vacunación contra el covid-19 en los sistemas" públicos de salud.
"Las inserciones falsas, ocurridas entre noviembre de 2021 y diciembre de 2022, dieron como resultado la alteración de la verdad sobre (...) la condición de inmunización contra el covid-19 de los beneficiarios", señala el comunicado difundido por el Ministerio de Justicia y Seguridad.
La supuesta falsificación permitió a personas "emitir los respectivos certificados de vacunación y utilizarlos para eludir las actuales restricciones sanitarias impuestas por las autoridades públicas (Brasil y Estados Unidos) destinadas a prevenir la propagación (...) del covid-19", agrega la nota.
Derrotado en las elecciones presidenciales de octubre, Bolsonaro viajó a Estados Unidos el 30 de diciembre, dos días antes de la toma de posesión de su sucesor de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva. Allí permaneció hasta el 30 de marzo.
El certificado de vacunación es obligatorio para entrar a Estados Unidos hasta el 11 de mayo próximo, cuando la norma dejará de regir, según anunció el lunes la Casa Blanca.
Aunque los funcionarios de gobiernos extranjeros estaban exentos de ese requisito, se desconoce cómo las autoridades estadounidenses manejaron el caso de Bolsonaro después de que terminó su mandato el 1 de enero.
"Nunca me fue solicitado un certificado de vacunación en ninguna parte", aseguró este miércoles Bolsonaro.
- Edecán arrestado -
La Policía Federal dijo que como parte de la operación de este miércoles estaba llevando a cabo 16 órdenes de allanamiento, en Brasilia y en Rio de Janeiro, y ejecutando seis órdenes de arresto.
Según medios brasileños, la PF detuvo, entre otros, al teniente coronel Mauro Cid, exedecán de Bolsonaro, considerado su mano derecha durante la presidencia.
Los supuestos datos falsos de vacunación del presidente habrían sido cargados en el sistema de salud pública antes de su viaje a Estados Unidos, y luego eliminados, según TV Globo.
Desde su regreso a Brasil, Bolsonaro ha sido entrevistado dos veces por la Policía Federal.
El 5 de abril tuvo que prestar declaración por la investigación abierta por el ingreso irregular a Brasil de valiosas joyas regaladas por Arabia Saudita en 2021.
Y la semana pasada, debió declarar ante la PF como parte de otra investigación sobre su presunto papel en los disturbios del 8 de enero, cuando miles de sus seguidores invadieron las sedes de los tres poderes del Estado en la capital brasileña en un intento de tumbar a Lula, quien había asumido siete días antes.
En total, Bolsonaro enfrenta cuatro investigaciones de la Corte Suprema que podrían enviarlo a prisión, y también 16 casos ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil.
El TSE, que investiga en particular las afirmaciones no probadas de Bolsonaro de fraude generalizado en el sistema electoral de Brasil, podría despojarlo de su derecho a postularse para la presidencia durante ocho años, apartándolo de esa carrera en 2026.
(A.Lehmann--BBZ)