Poblado egipcio en el Nilo recibe la primavera con pescado de olor intenso
En Nabaruh, en el delta del Nilo, alguien podría pensar que se encuentra en un pueblo costero, con sus calles llenas de tiendas que venden fesij, un pescado salado y fermentado de olor intenso.
"Nabaruh es la capital del fesij", alardeó Sherif al-Yamani, de 44 años, propietario de una de las pescaderías especializadas del pueblo.
Este manjar milenaria hecho con pescado de agua salada cubierto de sal durante semanas, es parte esencial de la celebración de la fiesta de la primavera del Sham al Nessim, conmemorada el lunes.
Muchos lo disfrutan comiéndolo con pan y cebollín pero no faltan quienes protesta por su penetrante olor.
El plato data de más de 4.000 años y se le ha encontrado en sitios arqueológicos de Egipto, indicó el exministro de Antigüedades, Zahi Hawass.
"Los antiguos egipcios salaban el pescado para prolongar su vida útil y que los trabajadores continuaran comiéndolo mientras construían las pirámides", relató el exministro.
Karim Abdel Gawad viajó en auto desde la provincia vecina de Gharbia para comprar este pescado en Nabaruh, donde "realmente es especial", aseguró a AFP.
"No se puede experimentar con el fesij, necesitas conseguirlo en un lugar de confianza", explicó.
Yamani se enorgullece de provenir de una de las pocas familias que comenzaron a curar pescado con sal un siglo atrás.
"Aunque no sea temporada festiva, siempre recibimos clientes de todo Egipto", aseguró a la AFP mientras atendía a un comprador llegado de El Cairo, 120 km al sur.
- Aroma de éxito -
El antiguo oficio es delicado. Un paso en falso, como mucha humedad en el pescado o poca sal en el barril, y el fesij puede provocar botulismo, como lo advierte el ministerio egipcio de Salud antes del Sham al-Nessim.
"Todo depende de cómo se prepara el pescado", por lo cual nunca debe ser comprado en mercados abiertos o a vendedores callejeros, según Yamani.
Con cuidado para evitar errores, supervisa a sus trabajadores mientras apilan el pescado en barriles de madera, separados por una espesa capa de sal gruesa.
Después de sellar cada barril con plástico, se cubre con más sal, sellando todo para que el penetrante olor se vaya fraguando durante semanas.
La fiesta de la primavera, celebrada el lunes después de la Pascua en el calendario copto ortodoxo, cayó este año durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.
Para quienes ayunan del amanecer al anochecer, el consumo de pescado salado los puede dejar con mucha sed al día siguiente, por lo que muchos lo compraron la semana antes del Ramadán, indicó Yamani.
Pero el amor por el fesij parece trascender las preocupaciones por la hidratación, y los clientes continuaron entrando y saliendo de la tienda incluso durante el mes sagrado.
Ni la fuerte crisis económica que ha impactado a la vida en Egipto el último año, con una inflación de 33,9% en marzo, ha impedido que los pobladores compren fesij por un precio de unas 220 a 240 libras (7 a 8 dólares) por kilo.
"Nos imaginamos que no venderíamos mucho este mes, pero a parecer la venta de fesij no se ha visto afectada", señaló el comerciante.
(F.Schuster--BBZ)