Vía Crucis en el Coliseo de Roma sin el papa debido al frío
El dolor por la guerra y la violencia en el mundo marcó este viernes el Vía Crucis en el Coliseo de Roma, en el que por primera vez no participó el papa Francisco debido al frío.
Francisco, de 86 años, que estuvo hospitalizado la semana pasada por una bronquitis, canceló su presencia en ese tradicional rito nocturno debido al frío registrado en la capital italiana, con temperaturas que no superan los 10°C por la noche.
Más de 20.000 personas asistieron a la procesión, que se celebró en un clima particular, sin el anciano pontífice argentino, cuyas condiciones de salud desataron fuerte preocupación la semana pasada en todo el mundo.
El papa siguió el Vía Crucis desde su residencia de Santa Marta en el Vaticano, informó en una nota la Santa Sede.
En las primeras meditaciones, que tradicionalmente se leen en cada una de las 14 estaciones del calvario padecido por Cristo, representantes de Centroamérica, de Sudamérica y del norte de África leyeron textos con testimonios presentados al papa durante sus viajes.
Narcotráfico, violencia, desplazamientos, corrupción, figuraban entre los relatos más tocantes.
"Enjugar las lágrimas de los demás no es tiempo perdido, sino la mejor medicina para curarse a uno mismo", confesó una madre que perdió una pierna por la explosión de una bomba en Colombia en 2012.
"Tengo miedo del futuro, por mí y por los demás chicos. ¿Por qué sufrimos en el campo para desplazados?", se preguntó un muchacho de 16 años del norte de África en la séptima estación, dedicada a la caída de Jesús.
- Los testimonios de un ucranio y un ruso -
Entre los momentos más conmovedores y emblemáticos fue el pedido de paz de dos jóvenes, uno de Ucrania y otro de Rusia, quienes describieron en la décima estación el dolor de la guerra, la pérdida de un hermano, la separación de la familia.
"Soy un joven ruso. Al decirlo experimento casi un sentimiento de culpa, pero al mismo tiempo no entiendo por qué y me siento doblemente mal. Despojado de la felicidad y de los sueños para el futuro", confesó.
"La guerra ha sido la cruz de nuestra vida. La guerra mata la esperanza (...) En el nombre de Jesús, que abrió los brazos en la cruz, ¡tiendan la mano a mi pueblo!", clamó.
El embajador de Ucrania ante la Santa Sede, Andrii Yurash, criticó públicamente la decisión del papa de invitar a un ruso y un ucraniano, países en guerra, a leer juntos esos testimonios.
Desde su elección en 2013, Francisco había participado en el Vía Crucis de Roma, un momento culminante de la Semana Santa, que conmemora la muerte de Cristo, según el relato de los Evangelios.
Organizado desde 1964 en el anfiteatro romano, especialmente iluminado para la ocasión, el Vía Crucis dejó de ser celebrado en ese lugar sólo en 2020 y 2021 a causa de la pandemia de coronavirus.
El jueves lavó los pies de 12 jóvenes detenidos en una prisión de Roma para practicar allí el tradicional rito del lavatorio de pies a marginados.
El domingo deberá presidir la misa de Pascua en la plaza de San Pedro e impartir la tradicional bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y el mundo), además de leer el mensaje sobre los problemas del mundo.
(T.Burkhard--BBZ)