Un excombatiente ruso en Siria cambia la yihad por el sushi
En el único restaurante de sushi de Idlib, la última zona rebelde de Siria, el ex yihadista ruso Islam Shakhbanov observa a dos exhermanos de armas preparan maki para los clientes.
Llegado a Siria en 2015, Shakhbanov se unió a los combatientes rebeldes con el nombre de guerra "Abu al-Fidaa" en la lucha contra el régimen de Damasco.
"Yo había venido a hacer la yihad en Siria y ayudar al pueblo sirio", contó a AFP este hombre de 37 años de rostro marcado.
Pero "los territorios (en manos rebeldes) se han perdido", lamenta y declara estar profundamente preocupado por no poder "alcanzar el objetivo".
El ejército del presidente Bashar al Asad, apoyado por Rusia e Irán, recuperó poco a poco las zonas controladas por la oposición, dejando a los rebeldes y yihadistas solo una parte del noroeste de Siria, donde se encuentra Idlib.
En 2019 Shakhbanov decidió "volver a la vida civil".
Abrió "Sushi Idlib", el único restaurante de Sushi de la provincia homónima para dar a conocer la cocina japonesa a los habitantes de esta zona rebelde de tres millones de habitantes, la mayoría de los cuales son desplazados que huyeron de otras zonas de Siria retomadas por el régimen.
En la cocina de "Sushi Idlib", Shakhbanov supervisa a sus dos cocineros barbudos, exyihadistas rusos reconvertidos. A uno de ellos lo conoció en el campo de batalla.
Mientras uno enrolla cuidadosamente las láminas de nori con salmón y arroz, el otro prepara los ingredientes.
El restaurante importa de Turquía los productos que no se encuentran en Idlib, como el jengibre marinado, las láminas de nori y las salsas asiáticas.
Cuando comenzó, el restaurante no atraía multitudes, con platos desconocidos para la población local.
Pero poco a poco, Shakhbanov obtuvo la lealtad de algunos curiosos, y su bar de sushi atrae ahora unos 10 clientes por día.
Con ello cubre los gastos, incluido el alquiler, y mantiene a su esposa, una siria con las que se casó hace siete años, y sus dos hijas.
- Listo para luchar -
Shakhbanov es originario del Cáucaso Norte, región de Daguestán, en el sur de Rusia.
Esta región pobre y musulmana aportó un importante contingente de reclutas a las facciones yihadistas en Siria, incluido el grupo Estado Islámico (EI), que impuso un reino de terror en Irak y Siria antes de su derrota en 2019.
Shakhbanov, por su parte, afirma haber combatido al lado de grupos compuestos por yihadistas de Daguestán y luego se unió al grupo islamista sirio Faylaq al-Sham, hasta que "las cosas se calmaron" en 2019.
Pero no ha "renunciado a la yihad", aclara, antes de criticar las profundas divisiones que han debilitado las facciones rebeldes y yihadistas.
Es uno de los muchos combatientes extranjeros que decidieron instalarse en la provincia de Idlib, controlada en parte por el grupo yihadista Hayat Tahir al Sham (HTS), que fue la rama siria de Al Qaida.
Varios grupos compuestos por yihadistas extranjeros siguen presentes, algunos de ellos originarios del Cáucaso o Asia Central, bajo control del HTS.
"Pronto, si Dios quiere, asistiré a un campamento militar para entrenarme como francotirador y, si es necesario, me uniré a los combates en primera línea", dice Shakhbanov, mientras a sus espaldas, los cocineros preparan nuevos rollos de maki.
(A.Berg--BBZ)