Duelo tras el ataque a iglesias que dejó un sacristán muerto en el sur de España
Los habitantes de la ciudad española de Algeciras observaban un día de luto y se concentrarán este jueves en repulsa al ataque con un machete contra dos iglesias el miércoles, en el que murió un sacristán y resultó herido de gravedad un sacerdote.
La Audiencia Nacional, una instancia superior a cargo de casos complejos, abrió una investigación por terrorismo tras el ataque, cuyo presunto autor fue detenido.
Se trata de un marroquí de 25 años, indicó a la AFP una fuente policial este jueves.
"Pasadas las 19H00 (18H00 GMT) de esta tarde (miércoles) un hombre ha entrado en la iglesia de San Isidro de Algeciras, donde, armado con un machete, ha atacado al cura, dejándolo gravemente herido", explicó el Ministerio del Interior en un comunicado.
"Posteriormente ha accedido a la iglesia de Nuestra Señora de La Palma en la que, tras causar diversos destrozos, ha atacado al sacristán", añadió.
"El sacristán ha logrado salir de la iglesia pero ha sido alcanzado por el atacante en el exterior, donde le ha causado heridas mortales", prosiguió el ministerio.
"Instantes después ha sido neutralizado y detenido y se encuentra en dependencias de la Policía Nacional", concluyó.
Las dos iglesias se ubican muy cerca una de la otra en la zona central de esta ciudad en el extremo sur de España, en la región de Andalucía.
Según una fuente policial, el agresor "gritó algo" en el momento del ataque.
"Quiero trasladar mis más sinceras condolencias a los familiares del sacristán fallecido" y "deseo una pronta recuperación" al sacerdote herido, escribió en Twitter la noche del miércoles al jueves el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
El alcalde de Algeciras decretó un día de luto e invitó a los vecinos a congregarse para condenar el atentado al mediodía del jueves frente a la iglesia donde fue asesinado el sacristán.
Según una portavoz de los servicios de emergencia, el sacerdote resultó herido "en el cuello" y fue hospitalizado mientras que el sacristán murió en el acto.
El sacristán asesinado se llamaba Diego Valencia y el cura, Antonio Rodríguez, según el alcalde de Algeciras.
Aunque la justicia abrió la investigación por terrorismo, el Ministerio del Interior ha señalado que por el momento no es posible "determinar la naturaleza del ataque".
- Investigación por terrorismo -
La Audiencia Nacional, instancia superior a cargo de casos de terrorismo, se hizo cargo de la investigación, explicó a la AFP la fiscalía.
En un vídeo difundido por las autoridades, se ve al agresor, vestido con pantalones negros y una sudadera gris con capucha blanca y negra, esposado por detrás y caminando flanqueado por dos policías.
Juan José Marina, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma, afirmó este jueves a la radio pública RNE que no se temía un ataque así "porque las relaciones con el mundo islámico en Algeciras son buenas y no tenemos ningún problema".
"Ha sido algo que se escapa a toda lógica", dijo de su lado a RNE Dris Mohamed Amar, portavoz de la Unión de Musulmanes en la zona, quien dijo esperar "que sea un caso aislado, de un loco, un demente, y no algo premeditado".
Las reacciones de responsables políticos se sucedieron tras el atentado.
Estamos "consternados por los ataques cometidos esta tarde en Algeciras. Mi pésame a la familia del sacristán fallecido y mis deseos de pronta recuperación a los heridos", tuiteó el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, del Partido Popular (derecha, PP).
El presidente regional de Andalucía, Juan Manuel Moreno, describió el ataque como "terrible y desgarrador". "Prudencia, se están investigando los hechos", reclamó.
La Iglesia española, a través del secretario general de la Conferencia Episcopal, Francisco César García Magán, lamentó los hechos.
"Con dolor he recibido la noticia de los acontecimientos en Algeciras", explicó García Magán.
Los últimos atentados yihadistas en España se remontan a agosto de 2017 y ocurrieron en Barcelona y la localidad balnearia de Cambrils, ambas en Cataluña. Los ataques, reivindicados por el grupo Estado Islámico, dejaron 16 muertos y 140 heridos.
Los tres supervivientes de la célula fueron condenados a ocho, 46 y 53 años de prisión.
(K.Lüdke--BBZ)