Semana decisiva para el presidente sudafricano, salpicado por un escándalo de presunta corrupción
El presidente de Sudáfrica se enfrenta a una semana decisiva, desestabilizado por un escándalo que implica misteriosas sumas de dinero en efectivo encontradas en una de sus fincas y que podría provocar el martes el inicio de un procedimiento de destitución.
El jefe de Estado, de 70 años, que también es un acaudalado hombre de negocios, está acusado de intentar ocultar a la policía y a los funcionarios de Hacienda un robo cometido en 2020 en una de sus fastuosas propiedades, donde cría ganado poco común, una de sus pasiones.
Los ladrones se llevaron más de medio millón de dólares que encontraron escondidos en un sofá.
Según una denuncia presentada en junio, que desencadenó el escándalo, el presidente habría aceptado dinero negro. Pero por el momento no se han presentado cargos contra él y continúa la investigación policial.
El parlamento debe decidir el martes si inicia un proceso de destitución.
La decisión se tomará solo tres días antes de que el Congreso Nacional Africano (ANC), el partido en el poder, se reúna en un congreso para elegir a su próximo líder y potencial futuro jefe de Estado si el partido gana las elecciones generales de 2024.
Ramaphosa es favorita para la presidencia del ANC, muy por delante de su antiguo ministro de Sanidad, Zweli Mkhize, de 66 años.
El presidente puso a prueba su popularidad este fin de semana durante un viaje a Ciudad del Cabo, donde recibió una calurosa acogida, y dijo a los periodistas: "No hay ningún problema, ninguna crisis, relájense".
- Contraataque -
Un informe parlamentario concluyó en noviembre que Ramaphosa "podría haber cometido" actos contrarios a la ley en el caso del robo, abriendo la vía a un procedimiento de destitución.
El presidente contraatacó la semana pasada con un recurso ante el más alto tribunal del país para anular las conclusiones de la comisión independiente de tres juristas, criticada por hacer conjeturas. El Tribunal Constitucional debe pronunciarse con carácter urgente.
Los líderes de la ANC anunciaron su apoyo oficial al jefe de Estado, y pidieron a los parlamentarios que voten el martes en contra de iniciar un procedimiento de destitución.
Algunas voces discrepantes dentro del partido denunciaron la falta de debate pero "los parlamentarios suelen seguir la línea del partido, el ANC tiene las cosas bajo control", declaró a la AFP un alto funcionario.
El partido cuenta con una amplia mayoría en el parlamento, con 230 de los 400 diputados, por lo que la posibilidad de una salida forzosa, que requeriría una mayoría de dos tercios de los votos tras una votación por mayoría simple para iniciar el procedimiento, es poco probable.
Por otro lado, "es posible que el presidente de la Asamblea Nacional, aliado político de Ramaphosa, decida aplazar todo el proceso hasta el año que viene", afirma el politólogo William Gumede.
Esto le daría tiempo para preparar el camino hacia un segundo mandato como presidente, sin tener que estar pendiente de los procedimientos relacionados con el escándalo.
El jefe de Estado mantiene ser inocente y alega que el dinero robado procedía de la venta de 20 búfalos a un empresario sudanés llamado Hazim Mustafa, que confirmó recientemente a varios medios británicos la transacción y su importe, apoyando al menos en parte la versión del presidente.
Mustafa explicó que compró ese ganado a finales de 2019, cuando empezaba la pandemia de covid, pero que nunca fue entregado en Dubái, donde vive. También dijo que no se dio cuenta de que estaba negociando con el presidente sudafricano y que todavía está esperando un reembolso.
(H.Schneide--BBZ)